El llanto del vampiro.

¡Hola!

Estoy bastante contenta, ya que hoy os traigo la sinopsis y mi opinión de mi primer libro leído, en colaboración con una editorial.

Se trata de : El llanto del vampiro, escrito por Mauro Alejandro Carrasco; de la Editorial Adarve.

Sinopsis:
Duncan, un alma atrapada en la sangrienta senda de los vampiros, busca la manera de vengarse de su creador, Yan, un antiguo, sádico y despreciable vampiro que destruyó su felicidad y su amor, al igual que la de muchos otros, al transformarlos en aquello que nunca quisieron ser.

Vagando entre la oscuridad y el frío, entre iglesias abandonadas y escenarios sórdidos cuyos milenarios habitantes dificultarán muchas veces el camino, ahora Duncan, aferrado a los diversos amores que vio morir y revivir, se adentra en un viaje lleno de oscuridad y maldad para acabar con la agonía de su alma.

Mi opinión:
Empieza, con una especie de castellano antiguo (lo cual no me molesta, me gusta, por ubicarnos en la época de vampiro), pero se mezcla con algunas palabras que recuerdan al español latino (tampoco me disgusta, ya que he tenido que leer muchos libros así, porque no llegaron a España y los compré en México), pero es que además, le añaden palabrería pedante. Todo esto unido, no ayuda mucho a meterse en el libro. Lo cual, en muchos momentos, resulta bastante complicado. Pero yo sabía que la historia merecía la pena... Y seguí leyendo (no me gana nadie a cabezona). Tenía razón. Pero, no es hasta las páginas 74, 75, que conseguí quedarme atrapada en la historia.

Merece la pena leerlo, ya que recuerda a las historias de antaño. A los diarios, que tenemos que leer cuando queremos descubrir quien es Drácula... Por lo tanto, si te gustan los vampiros de verdad, esta historia te cautivará. Llena de sabiduría y un romanticismo humano... Cualquiera diría, que se le puede atribuir esta cualidad a un vampiro... Recordemos que hablamos de vampiros de los de antaño, del tipo Nosferatu y no, de los que nos traen la nueva romántica o las series juveniles. Has de ser lo suficiente maduro, para ver la historia en tu mente, para leer y trasladarte al instante mismo, del que nos está hablando Duncan.